BOLIVIA: SIN RUMBO EN POLITICA
INTERNACIONAL
Escribe: Juan Carlos Herrera Tello (*)
Creíamos hace algunos días que Bolivia entraba en los
campos del derecho y de cumplir con la palabra firmada, esto en base a que el
vicecanciller boliviano de nombre: Juan Carlos Alurralde solicitaba a Chile
facilidades en el Puerto de Arica, para su movimiento comercial, el cual en un
90% está destinado a su país.
El Tratado de 1904 de acuerdo al artículo 6º establece
que “Chile reconoce a favor de Bolivia y a perpetuidad el más amplio
derecho de transito comercial por su territorio y puertos del Pacífico”
y el artículo 7º del mismo acuerdo, señala “Bolivia tendrá el derecho de
constituir agencias aduaneras en los puertos que designe para su
comercio” y allí se indica que Arica es uno de ellos.
Esta canalización es viable y Chile obviamente conocedor
del derecho que le asiste a Bolivia debe permitir el tránsito de sus mercaderías
por los puertos chilenos. Pero después la petición boliviana pretende la
“administración del puerto de Arica”, entonces el petitorio
encierra una proposición más grande que no corresponde a la realidad ni a la
naturaleza del acuerdo firmado en 1904, ¿quiénes son los bolivianos para
solicitar a un Estado soberano administrar algo que le es ajeno?.
Lo preocupante es la fundamentación, porque según la
teoría de Alurralde: “no se puede
permitir que se siga privilegiando los intereses de una empresa privada, la
Terminal Puerto Arica (TPA), que administra
dicho puerto, sobre los de Bolivia”. ¿Qué esperan entonces los
“profesionales” diplomáticos bolivianos que no ponen en práctica lo establecido
por el Tratado de 1904?.
Más adelante el Parlamentario Andino Alberto Adrianzen
indicó que “el Ejecutivo debería pronunciarse al respecto”. Y nos
parece pertinente la observación de Adrianzen, en el sentido que seguro está
velando por los intereses peruanos en Arica y en especial los capitales de
nuestros nacionales invertidos allí, (No hay otra forma en que el Ejecutivo
peruano intervenga) ya que el consorcio “Terminal Puerto Arica” es
de capitales chilenos y peruanos, y se verían afectados si la concesión que
ellos ganaron para la administración del puerto se las quitaran para
entregársela a un Estado extraño que no participó en aquel concurso. A todo
esto, ¿sabrán los bolivianos que los administradores de los puertos chilenos son
personas jurídicas constituidas bajo el amparo de las leyes chilenas?,
¿permitirían que Bolivia como Estado acate las leyes chilenas en
Arica?
Pero las sorpresas no acabaron allí, el 22 de setiembre
el Presidente del hoy llamado “Estado Plurinacional de Bolivia” ha dicho:
"La resolución 37/10 de la
Asamblea General de la ONU del 15 de noviembre de 1982 establece que acudir a un
tribunal internacional de justicia para resolver litigios entre Estados no debe
ser considerado como acto inamistoso", y agregó que "Bolivia se ampara en el derecho y
la razón, porque su enclaustramiento es producto de una guerra injusta, una
invasión".
La Resolución 37/10 de la ONU es cierta, pero esta se
invoca cuando no existe acuerdo, y como sabemos el Tratado de 1904 es el título
de Chile sobre la costa de Antofagasta otorgado por Bolivia, así como el Tratado
de Ancón es el título de Chile sobre Tarapacá. La diferencia estriba que
mientras el primero fue firmado con mansedumbre, el segundo se suscribió después
de ser aniquilada toda la resistencia del Perú.
Resulta ocioso comentar los embustes históricos del
Presidente Morales, y es obvio que se debe tener en cuenta que su desinformación
es en base a los escasos conocimientos de la historia de su país, recordemos que
en alguna oportunidad dijo que “Bolivia es antiimperialista y que nuestros
antepasados lucharon contra todos los imperios, imperio ingles, imperio
romano”.
La intervención de Evo Morales en la ONU no terminó
allí, culminó con una frase que demuestra en manos de quien está el gobierno
boliviano: "Quiero exhortar a la ONU, a los organismos internacionales y
especialmente a la región a acompañar todo este proceso para retornar al Océano
Pacífico con soberanía", finalizando que "el Tratado de 1904 no
aportó a la paz ni a la amistad, ocasionó que por más de un siglo Bolivia no
acceda a un puerto soberano".
El Canciller chileno, Antonio Moreno inmediatamente
rechazó las palabras del boliviano que pueden ser resumidas en: "Chile y
Bolivia no tienen temas territoriales pendientes, estos fueron zanjados en un
tratado firmado hace más de 100 años atrás, 20 años después de la Guerra del
Pacífico y 25 años después de la última batalla de ese conflicto". Fue
demasiado cauto Moreno, porque no hizo énfasis en que el Tratado de 1904 se
firmó sin ninguna presión; pasados 25 años después que Bolivia violase un
Tratado de límites; abandonó a su aliado en la guerra y desde sus alturas,
observó como lo ultimaban.
Siempre ignorante, Morales desconoce que por el Tratado
de 1904 Bolivia obtuvo Ferrocarriles, Concesiones y Dinero, si ese tratado no
fue propicio para la paz, ¿entonces porque lo firmaron?, y lo que es peor,
¿acaso Bolivia tiene derecho a un puerto?, no es cierto que los pocos años que
los altiplánicos tuvieron acceso al mar, aquel territorio de Atacama por Reales
Ordenes pertenecía al Perú y fueron Bolívar con Sucre quienes permitieron la
usurpación a favor de Bolivia.
No señor Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia,
su país no tiene derecho a salir al océano, la historia así lo dice, así como
también la dejadez de sus autoridades que cuando lo tuvieron no supieron
desarrollarlo y menos conservarlo. ¿Quiere su país entrar en el contexto de las
naciones civilizadas? Solo hay una salida: Cumplir con lo que se
firma.
(*) Abogado