viernes, 30 de julio de 2010

Lo que no se dice de Bolívar II

Los restos del Libertador
[Tomado de ND]


Revisando los relatos de los sucesivos enterramientos de Bolívar, no hay elementos para suponer que los restos se encontraron a salvo de los elementos. En Santa Marta fue enterrado tres veces, pues sus restos debieron ser trasladados, una vez por daños a la tumba por un terremoto (el féretro quedó parcialmente destruido), y otra vez por inundaciones en la Iglesia de Santa Marta las cuales dejaron expuesto el féretro y los restos al lodo y la humedad por un tiempo relativamente prolongado. 

Cuando los restos llegan a Caracas, son examinados por José María Vargas, quien dictamina que se encuentran en estado "deleznable" (a punto de volverse polvo) y oscuros debido a la exposición a la humedad. Se lavan los huesos, se barnizan y se rearman con hilos de plata y plomo, no sin que se pierdan muchos de los huesos pequeños como las falanges de las extremidades. 

Cuando el cuerpo se pasa de la Catedral al Panteón Nacional, nadie reabre la urna, por lo que es de suponer que no hay cambios desde 1842 hasta 1878. Sin embargo, en 1913 se procede a la remodelación del Panteón Nacional debido a que el techo se cayó precisamente sobre la tumba de Bolívar, aplastando la tapa de la urna de plomo y la de madera, cayendo ambas sobre lo que quedaba del esqueleto, especialmente hacia el lado del cráneo. 

En 1947, durante el Trienio adeco, se efectuaron remodelaciones en la Cripta de los Bolívar en Catedral, encontrándose que todas las tumbas habían sido profanadas, excepto la de María Antonia Bolívar. Lo curioso es que entre los restos esparcidos, el Doctor José "Pepe" Izquierdo encuentra los restos de un cráneo que, no sólo se encontraba barnizado, tal como relata Vargas que se hizo con los de Bolívar, sino que muestra signos de haber sido sometido a una autopsia. El único miembro de la familia Bolívar cuyos huesos estaban barnizados y que fue sometido a autopsia fue Bolívar, por lo que Izquierdo acude a la Asamblea Nacional Constituyente de la época, y una comisión encabezada por Andrés Eloy Blanco y conformada por Mario Briceño Iragorry, Vicente Lecuna y Rafael Caldera entre otros, dictamina, sin abrir la urna (por lo menos que se sepa) y con apoyo de "testimonios" de miembros de la Academia Nacional de la Historia, que los restos del Panteón son los del Libertador. 

El cráneo de la Cripta de los Bolívar desaparece después del Golpe de Estado de 1948, y el relato de los hechos sólo queda plasmado en un libro titulado "El cráneo del Libertador" editado en 1955 por el Dr. José Izquierdo. 

Ahora, personalmente, viendo el video de los supuestos restos de Bolívar, a mi modo de ver es altamente improbable que los que vemos dentro de esa urna sean los restos del Libertador. Se encuentran en unas inusuales buenas condiciones para todos los avatares que sufrieron, demasiado enteros (hasta las costillas se encuentran casi intactas) y el cráneo se encuentra sin rastros de daño. Muy raro todo esto.

1 comentario:

  1. Algunas notas sobre la controversia iniciada por nuestro contertulio
    venezolano.

    En primer lugar, Bolivar, a pesar de su título de Libertador, siempre será visto como un tirano e invasor en tierras del Perú. Por que lo era y porque además los peruanos somos noveleros, cortesanos y desagradecidos.
    En épocas de la Independencia éramos Realistas y la mayoría peleábamos bajo las banderas del tirano Borbón. Por otra parte existian tres corrientes independistas. Una autóctona que respondía a los intereses de caciques como Tupac Amaru II y luego Pumacahua. Otra sureña, empujada por los intereses de Buenos Aires y Santiago de Chile y la última, la del recientemente desenterrado Bolivar.
    De los caciques no hablemos ya que ahí quedaron, desposeidos en sus serranías para de vez en cuando explotar en orgías de terror.
    San Martín por otra parte, una vez destruido su sueño de crear una monarquía en nuestras tierras incas y asesinado Monteagudo abandonó Ámerica en dirección a un exilio honroso en un continente en el cual había pasado la mayor parte de su vida. Pero quedó Chile y caudillos como Gamarra defendiendo los intereses políticos de quienes se opusieron a una Federación en la que Bolivia mandaba, conflicto que se definiría en las alturas de Yungay con la victoria del ejercito restaurador.
    A Bolivar se los dejo para que se diviertan vicariamente castigando a su encarnación actual. Pero hay que aclarar que el gran genio militar de la independencia no fue él sino Sucre y fue este último quien, en contra de la política de Simón quien excediéndose en sus poderes liberó el Alto Perú del poder administrativo de la Audiencia de Charcas de quien en realidad dependía.
    Guayaquil por otra parte si dependía del Virreynato del Perú y no de la Audiencia de Quito. Logró su independencia bajo las armas de Bolivar y ahí él recibió como anfitrión a San Martín. Luego intentamos recuperarla sin éxito. Ahora mantiene una confrontación regional con el poder Quiteño.
    En lo que respecta al Marqués baste decir que fue un hijo de su tiempo. Como anota Ignacio, responsable de la cultura mestiza que querámoslo o no, somos. Pizarro se casó con una india de sangre imperial y el último de su dinastía, Gonzalo, levantó armas en contra de los Austrias y de haber sido triunfador el mapa de Ámerica hubiera sido diferente. Para aquellos que se animen a visitar Madrid verán que en el frontis del Palacio Real están las estatuas de Huáscar y Monctesuma. Ellos no nos han exorcizado.

    Alberto A.

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